Tompkins Conservation, with assistance from the Chilean parks service, has released fourteen Darwin’s rheas in Patagonia National Park to reestablish a sustainable wild population. The initiative is part of a broader plan to rewild Patagonia.
Catorce ñandúes fueron liberados desde el Centro de Reproducción para la Conservación del Ñandú en el Parque Nacional Patagonia, con el objetivo de fortalecer la disminuida población silvestre de estas aves en la zona. Iniciativa es impulsada por Tompkins Conservation con el apoyo de Conaf y forma parte de un programa más amplio de restauración ecológica o Rewilding en la Patagonia.
May 12, 2020 – COCHRANE, CHILE A new flock of Darwin’s rhea is now roaming the steppe of Patagonia National Park, after a successful upbringing in an onsite reintroduction center dedicated to this threatened species. The fourth release of Darwin’s rheas within the park took place with essential staff exercising the sanitary precautions recommended during the COVID-19 outbreak. A small act of hope during a time of confinement for most of the planet, it is part of an ambitious rewilding program that seeks to restore complete and healthy ecosystems by strengthening vulnerable populations of native fauna.
The national park, created in 2018 in part from a large land donation by Tompkins Conservation, now has a population of 74 individual rheas. Although this flightless bird, similar to the ostrich, is an iconic species of the Patagonian steppe, in the Aysén region it had nearly become extinct over the last century due to excessive hunting, canine predation, the destruction of nests and the collection of eggs for human consumption. In 2015, Tompkins Conservation opened the only center dedicated to recovering the species in South America.
Though challenging, the initiative has been highly successful. “We have tripled the population of this endangered species in less than five years,” says Cristian Saucedo, Rewilding Director of Tompkins Conservation Chile, “as part of a long-term effort over fifteen years to return native species to Patagonia National Park after many years of intensive ranching left a serious impact on the ecosystems of the region.”
At the reproduction center, technicians, with the help of male rheas which play the role of adoptive parents, raise chicks from both local and donated eggs to ensure genetic diversity. Wildlife rangers and volunteers stay year-round at the remote outpost where the center is located, shoveling deep snow from corrals in winter, handling water shortages and preventing pumas from predating vulnerable juvenile rheas.
“When we ask who’s missing and act to bring back species, we are taking the first necessary step in restoring complete ecosystems, which alongside protected areas, are powerful tools to mitigate the climate crisis and recreate a healthy planet,” says Kristine Tompkins, President of Tompkins Conservation and UN Patron of Protected Areas.
Tompkins Conservation began the Rewilding Program in Patagonia National Park in 2005 to work with iconic Patagonian fauna including the extremely endangered Huemul deer, puma, Andean condor and Darwin’s rhea. Since donating the Valle Chacabuco sector to Chilean national parks, the nonprofit continues the program in collaboration with CONAF (National Forestry Corporation), the administrative body of Chile’s national parks.
Video and photo credits: Tompkins Conservation Chile
Press contact: carolyn.mccarthy@tompkinsconservation.org
Lunes 11 de mayo, 2020
Parque Nacional Patagonia, Cochrane, región de Aysén
Catorce nuevos ñandúes habitan hoy en el Parque Nacional Patagonia, gracias a la liberación de estas aves realizada el pasado sábado en el Centro de Reproducción para la Conservación del Ñandú ubicado en la región de Aysén. Esta actividad, realizada con todas las medidas de seguridad en el contexto de la pandemia, se enmarca en el programa de Rewilding -o restauración ecológica- impulsado por Tompkins Conservation con el apoyo de Conaf, y que tiene como objetivo alcanzar la conservación de ecosistemas completos y saludables a través del fortalecimiento de poblaciones que se encuentran disminuidas en número debido debido a la caza y fragmentación de sus poblaciones por la presencia de cercos.
Si bien el ñandú es una de las especies más icónicas de la estepa patagónica, en la región de Aysén ha estado al borde de la extinción debido a factores como la caza excesiva, la recolección de huevos, la predación por perros, y la destrucción de nidos. Para revertir esta tendencia, Tompkins Conservation inauguró en 2015 el Centro de Reproducción para la Conservación del Ñandú en el Parque Nacional Patagonia, el único en su tipo en Sudamérica.
Cristián Saucedo, administrador de Rewilding de Tompkins Conservation Chile, destacó: “Esta es la cuarta liberación realizada en el parque, por lo que ya son 38 los individuos sueltos a la vida silvestre. Partimos el programa con solamente 15 ejemplares en el medio silvestre y hoy ya registramos más de 60 , por lo que hemos logrado triplicar la población de esta especie en peligro de extinción en menos de 5 años. Esta acción se enmarca en un trabajo a largo plazo que hemos realizado por más de quince años para que el Parque Patagonia proporcione hábitat para todas sus especies originales luego que el territorio estuviera destinado a la ganadería extensiva asociada con una serie de impactos a los ecosistemas durante muchos años”.
Hoy Conaf también es parte importante de este ambicioso proyecto, dado que luego de la donación de Tompkins Conservation al Estado de Chile se firmó un convenio entre ambas instituciones para dar continuidad y colaborar en las acciones en pro de la conservación y recuperación de la vida silvestre.
Al respecto el Director Ejecutivo de la Corporación nacional Forestal (CONAF), José Manuel Rebolledo destacó: “Este programa de vida silvestre, que considera una reproducción exsitu de esta especie es el primero en su tipo establecido al interior de un Parque Nacional y surge como parte del acuerdo de colaboración entre Tompkins Conservation Chile y CONAF, pero sigue la línea que la Corporación viene desarrollando para la conservación de las especies amenazadas. En este contexto, nuestros guardaparques han participado activamente en distintas actividades, ayudando a translocar a los charitos, instalar cámaras trampa, monitorear las áreas de acceso público para detectar la presencia de pumas, seguimiento de huemules, además de otras acciones para promover la recuperación de las poblaciones nativas y detectar amenazas a la diversidad biológica dentro del parque”.
La liberación de los ñandúes es la etapa cúlmine de un complejo proceso que comienza con la recolección de huevos en la Estancia Baño Nuevo, ubicada a unas 8 horas del Parque Nacional. Luego los huevos son incubados artificialmente en Coyhaique, hasta que nacen los primeros charitos. Ahí comienzan un largo viaje en avioneta para ser recibidos en el parque, donde se intenta que los polluelos sean adoptados por parte de los machos reproductores del centro de reproducción, -quienes están a cargo de criar a los charitos- y sobrevivan frente a las inclemencias climáticas de la Patagonia. Luego de unos 4 o 5 meses, y una vez que han aprendido de su padre las conductas habituales de la especie son liberados a la naturaleza para recuperar la población silvestre de ñandúes del Parque Nacional.
Acerca del programa de Vida Silvestre
El Programa de Vida Silvestre – Rewilding del Parque Nacional Patagonia, se ha desarrollado desde el año 2005 por Tompkins Conservation, y cuenta con cuatro subprogramas enfocados en grandes especies símbolos de la fauna de la Patagonia: Conservación y Monitoreo del Huemul; Monitoreo del Puma patagónico, Conservación del Cóndor Andino y la Conservación y Recuperación del Ñandú. Luego de la donación del sector de Valle Chacabuco al Estado de Chile, Tompkins Conservation seguirá ejecutando este programa por los próximos cuatro años, en colaboración con Conaf.
Créditos Videos y fotos: Tompkins Conservation Chile
Contacto prensa: Pia.moya@tompkinsconservation.org / valeria.pena@conaf.cl